jueves, 12 de abril de 2018

Baloncesto y Twitter... Por DelyAdela.

Últimamente os tengo un poco “abandonados”, bueno tengo abandonado esto de escribir largo y tendido, la verdad es que casi me dedico únicamente a practicar eso de los 140 caracteres. De hecho, por mucho que me los amplíen, parece a veces que estoy mandando un telegrama. Pero bueno, lo importante es que no os abandono del todo, siempre nos queda “interneses”, como lo llama mi madre.

 

Porque, ¿qué sería de nosotros ahora sinInternet? Sin Twitter, por ejemplo. Y es que, incluso los de mi generación, tiramos mogollón de estos medios, a pesar de que no nacimos con tanta facilidad de manejo de dedo y estamos más acostumbrados a relacionarnos cara a cara, con todos sus inconvenientes, tales como quedarte cortada, ponerte colorada, que se te ocurra la respuesta perfecta media hora después…, pero también con sus ventajas, como ese tono de voz que te hace saber (aunque no siempre) si lo que se dice, se dice en serio o en broma, con esa media sonrisa que te anima el día…

 

El caso es que parece que ni nosotros ni el baloncesto podemos vivir sin redes sociales. Porque sí, un partido se jugará en una pista con unas dimensiones determinadas, cumpliendo unas reglas determinadas y con unos jugadores con unas características casi podríamos decir que determinadas; pero a la vez se juega el “otro partido”, el de las redes sociales, el de Twitterprincipalmente, en el que los jugadores somos los aficionados además de los clubs, jugadores profesionales, empresas…, partido en el que no quedan muy claras las reglas y en el que, a veces, parece que todo vale (al menos esa sensación me da a mí). Incluso podríamos hablar de varios partidos simultáneos y mucho más duraderos que ¡el partido oficial!

 

Mencionemos alguna de ellos… Tenemos, por un lado, el partido de las “menciones” que se juega entre clubes. Primero, el propio club tiene que ser activo en redes, tiene que tuitear con cierta frecuencia, tiene que retransmitir el partido pero también informar sobre cualquier otro hecho relevante ocurrido durante toda la semana, tiene que interactuar con seguidores, etc… Los aficionados de a pie agradecemos todas estas noticias, de hecho las retuiteamos,comentamos, contestamos y citamos. Yo, personalmente, echo de menos a “mi equipo” de chicas porque, desde que no está operativa la cuenta @CAU_Uniovi de Mateo Santamarina, no tienen cuenta oficial que yo sepa, aunque algunas otras nos mantienen perfectamente informados, no me puedo quejar en ese aspecto.

 

Este partido de las “menciones” tiene hasta “ganador”… Hay cuentas que se dedican justamente a contabilizar las menciones clasificándolas por categorías, por ligas o por deportes. Supongo que esto beneficia al club, que puede “venderse” de cara a patrocinadores y demás. Aunque no estoy de acuerdo con eso de que hablen de ti aunque sea malo: el que un club, un equipo, sea relativamente conocido, le beneficiará a la hora de conseguir patrocinios o incluso jugadores.

 

También podemos hablar del partido de las“aficiones”.  Y no me refiero a la parte que trata de hablar de tu equipo, de mandarles algo de ánimo cuando no se está viendo el partido en directo, celebrando la victoria o mandando ánimos a algún jugador lesionado. Esa es una de las cosas más curiosas de esto de Internet: hablas con desconocidos como si los conocieras de toda la vida, te atreves a dirigirte a gente que, si te encuentras “en directo”, no saludas (lo digo por propia experiencia); te diriges a personas más o menos famosas a las que admiras, te saltas los medios tradicionales para conocer a alguien, no es necesario ni ser oficialmente presentados ni estar a una mínima distancia (misma ciudad por lo menos) y le mandas un tweet como si fuerais casi, casi “colegas”…

 

Dentro de esto de las “aficiones”, es importante mencionar esa especie de “batalla” entre equipos rivales. ¿Qué por qué digo esto? Pues porque, a veces, parece una batalla de flores, como las fiestas de algunos pueblos, con aficiones que se “retan” a ver cual lo pasa mejor en el partido, que se citan para tomarse algo antes, que se intercambian bufandas… Vamos, lo que yo creo que debería ser, si entendemos que, aunque aficionados a distinto equipo, a todos nos une el baloncesto. Pero, en otras ocasiones, es una batalla de verdad, en la que se “tira a matar” o al menos a hacer daño, en la que se hacen comentarios que molestan y en la que, por desgracia, en ocasiones se pierden las formas. La ventaja de que por Twitter puedas comunicarte con gente con la que, en el día a día, no coincidirías nunca, es aprovechada para opinar e incluso insultar a esa gente sin preocuparnos del daño que podamos estar haciendo o a quién estemos ofendiendo.

 

Es demasiado fácil opinar sobre algo que vemos desde la distancia, desde detrás de nuestra pantalla de móvil u ordenador. Y con la ventaja del semi-anonimato que nos brindan estas redes sociales. Todo el mundo puede opinar de todo, todos parecemos expertos en todo, como si pudiéramos hablar sobre cualquier cosa con conocimientos, como si siempre supiéramos lo que decimos. La verdad es que no puedo explicarlo muy bien pero digamos que nos “calentamos” con facilidad,  nos creemos con derecho a opinar sobre cualquier cosa, aunque no tengamos ni idea, sólo tenemos que escribir un poco en el teclado.

 

A mí, personalmente, me sorprende la rapidez con la que algunos comentan, la facilidad con la que lo convierten en personal, con la que se critica el trabajo ajeno… Quizá me sorprenda porque yo no tengo ni esa facilidad de palabra, ni mucho menos tanta fluidez de vocabulario. Aunque debo reconocer que algún momento de debilidad también tengo y que en alguna ocasión hago algún comentario del que me arrepiento (no me arrepiento de lo que digo, sino de haberlo hecho por escrito y sin que se note mi tono, mi actitud…, vamos, que pueda ser malinterpretado). Entiendo que, apoyar a un equipo no me obliga a ser “anti” los demás, que un jugador cambie de equipo, incluso cuando lo haga a mitad de temporada y, sobre todo, en circunstancias desconocidas para mí, no me da derecho a llamarlo pesetero  o chaquetero, que no me parezca bien algún comentario de un aficionado de un equipo, no me hace entender que toda la afición del equipo correspondiente sea una m…

 

Todo el mundo tiene derecho a su momento, a que salir mal de un partido y hacer un comentario más o menos apropiado, a tener un mal día y dejarlo claro con tus comentarios… Lo malo es que hay gente que no sólo tiene un mal día, sino que tiene malos días en general, gente que no hace ninguna aportación positiva, gente que sólo trata de hacer daño sin molestarse en ponerse en piel ajena…

 

Por eso, os digo: ¡disfrutemos del juego, disfrutemos de nuestra afición, de nuestro deporte, de nuestro equipo! Aprovechemos la oportunidad que nos brindan estos medios tecnológicos para felicitar por el buen trabajo realizado, por mandarles fuerza cuando nos parecen un poco desanimados… Seamos correctos, honestos y pensemos, antes de escribir, en eso de “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”, que, aún sonando muy a frase de madre, es una de esas frases-sentencias que son reales.

 
¡Buena temporada tuitera!

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