Hay dos momentos en el año en los
que es muy típico hacer buenos propósitos. Al menos en mi caso, además de
comienzo de año natural, cuento el comienzo del curso escolar como un momento
de buenas ideas. Además, después del verano, empiezan mogollón de cosas: el
curso académico, cursillos tanto de actividades culturales como de distintas
actividades deportivas y comienza también la temporada de baloncesto. Ese es el
momento de “cuadrar” horarios y organizar la agenda con las actividades de toda
la familia. Pero el que ellos vayan creciendo, hace que disponga de un poco más
de tiempo, aunque me guste llenarlo quizás demasiado. Lo reconozco.
Pues bien, una de las actividades
que me planteé este curso fue apuntarme a un equipo de baloncesto de madres. Me
lo pensé bastante esta vez. Y digo esta vez porque es una idea que ya me
rondaba años atrás. Pues, como os digo, me lo pensé a principios de curso, eso
sí, después de cuadrar el resto de mis actividades. Me enteré de un par de
equipos en Oviedo, uno de ellos entrenaba más cerca de mi casa y llegué a
preguntar el horario de entrenamientos, precio de la actividad… Lo pensé, lo
medité, lo comenté con el resto de la familia… Y me “quedé” en casa sin llegar
a decidirme.
Por un lado me parecía una idea
genial. Dicen que es bueno hacer ejercicio a cualquier edad, así que, ¡qué
mejor que intentar ponerme en forma practicando un deporte que me gusta!
Además, pensaba yo, si se trata de un equipo de madres estarán parecidas a mí (o
eso me suponía yo). Pero puestos a pensar, luego pensé que quizás, aunque
madres, podrían ser bastante más jóvenes que yo, estar en mejor forma que yo (llegué
a plantearme intentar ponerme en forma antes de ir, corriendo o haciendo alguna
otra actividad) y haber jugado antes al baloncesto (vamos, que no les pasaría
como a mí, que no me debe entrar ni un tiro libre, cosa que también debería
entrenar antes de llegar a apuntarme al equipo). Tengo que reconocer también
que, aunque mi hija me animaba y mi hijo pasaba un poco más, el hecho de que me
pudieran ir a ver y, sobre todo, criticarme, no me hacía ni gota de gracia, así
que la idea era simplemente entrenar como actividad física pero sin llegar a
competir.
Como os digo no llegué a formar
parte de ningún equipo pero me parece una estupenda idea, y por eso voy a
intentar contaros algunas cosillas de la liga de madres, de los equipos y
jugadoras que la forman, de la competición en sí. Ya que no formo parte de la
liga, voy a “promocionarla” un poco. Esa es la idea, al menos.
Una vez decidido el tema, llega
el momento de la investigación, de informarme para poder hablar con un poco de
conocimiento de causa. Y, como en esta ocasión no tenía ninguna fuente
relacionada con mi trabajo (como ya hice en ocasiones anteriores y en alguna
posterior que pronto descubriréis), me busqué nuevos informadores. Menos mal
que existe esto del correo electrónico, porque me hubiera dejado medio sueldo
en sellos…
Preguntando, preguntando me
enteré de unas cuantas cosas. Por ejemplo, la liga de madres es algo bastante
“autóctono”. No me atrevo a decir que tanto como el cachopo o la sidra pero sí
es algo que nos presta a los
asturianos más que a nadie, al menos si tenemos en cuenta las respuestas de las
comunidades a las que pregunté. Cantabria, Castilla y León, Aragón no tienen,
por ejemplo, una liga similar, aunque en algunos casos sí tienen algunas madres
jugando en equipos de 2ª o 3ª regional.
En esta Liga d eMAdres tan
especial, existen dos modalidades, 5x5 y 3x3. Algunos de los equipos que
compiten en una de ellas, o incluso en ambas, forman parte de un club, como
puede ser CD Artchivo, Nazaret, BVM2012, RGC Covadonga, CB
Castrillón y otros que, al menos por el nombre, no me dicen si son parte de
alguno o si son “independientes”, aunque, en la mayoría de los casos, están
relacionados con un club o colegio (según pude averiguar, gracias a mis
colaboradores, las madres de Gijón BM
Casa Fede son, en su mayoría, del colegio Rio Piles de Gijón).
El sistema de competición, lo que
podríamos llamar normas, también es público, es decir, lo puede consultar
cualquiera que entre en la página de la FBPA.
Allí se especifica que tienen que ser madres, aunque no necesariamente del
mismo equipo o club, aunque también hay alguna condición de edad; en los
partidos puede haber un máximo de 2 jugadoras menores de 35, siempre y cuando
sean mayores de 28 (digamos que hay madres recientes, más jovencitas y en mejor
forma, y luego estamos las que ya nos vamos “dejando” un poco y tenemos menos
recientes, tanto la maternidad como la forma física, aunque, si os dais cuenta,
no especifican nada de edad máxima, ¡aún estoy a tiempo!). Según mis
“informadores” (suena como si tuviese chivatos, como la policía) este es un
requisito que no se cumple del todo… Participan algunas exjugadoras que, aunque
hace años que no juegan, se encuentran en plena forma, con vitalidad, ganas de
competir y más conocimientos del juego. El problema es que, las madres que
empiezan de cero notan la diferencia entre ellas y, la verdad, sienta un poco
regular; yo llevaría fatal que me “apalizase” un equipo formado por exjugadoras,
lo reconozco, me parecería no jugar en igualdad de condiciones, aunque también
entiendo que les pique el gusanillo y quieran jugar. Pero no os preocupéis,
madres novatas, van a trabajar sobre este tema con vistas a la próxima
temporada.
Este es el segundo año de la liga,
es decir, aún es un “bebé”, no es del todo novata pero tampoco podríamos considerarla
veterana. Y empezó casi por casualidad, según tengo entendido. Así, de repente,
al “padre” de la criatura, Alberto Cuervo por si no lo sabíais, le vino la
idea, quizás después de que viese que el equipo formado en Mieres (según creo,
el primero que se formó como tal y que jugó un partido amistoso en Ribadeo) se
lo pasaba tan bien, que se dijo “¿por qué no?”. Lo primero que se le ocurrió
fue organizar una competición de maxibasket
femenino, proponiéndose entonces un torneo 3x3 con la intención de que fuera
más fácil y cansara menos. Esa competición contó con una final en plena plaza de la Catedral de Oviedo, plaza
por donde se pasó hasta Amaya Valdemoro (doy fe que estuvo, porque
evidentemente allí me planté yo con mi cámara de fotos) y gustó tanto la idea
que, si bien no se decidió crear una liga maxibasket,
que en realidad ya está creada pero solo cuenta con equipos masculinos (chicas,
hay que dar más “guerra”), varias de las jugadoras se animaron tanto que
volvieron a la competición autonómica. Esa misma temporada, se organizó, en un
único día, un 3x3 ya dirigido específicamente a madres. Este torneo “maternal”
fue a finales de mayo en Piedras Blancas y contó, nada más y nada menos, que con
12 equipos. Las madres también querían jugar.
Esta es la idea principal de esta
liga. Va principalmente dirigida a esas madres que acompañan a los niños a los
entrenos y partidos, que esperan a que acaben y que hacen alguna que otra hora
de polideportivo (alguna vez me planteé llevar la cuenta del tiempo dedicado
pero, la verdad es que me prestaba, veía partidos, sufría un poco, daba a la
lengua otro poco, conocí gente estupenda… tiempo es, pero bien aprovechado).
Pensando en esas madres se organizó esta
liga. Y está funcionando. La primera temporada como Liga de Madres, la 2015- 2016,
se apuntaron 5 equipos a la modalidad 5x5 jugando sólo una vuelta, mientras que
en modalidad 3x3 fueron 11 los equipos participantes. Esta segunda temporada,
los propios equipos pidieron más, quisieron doble vuelta. También hay 5 equipos
en la Liga Regular 5x5 mientras que en 3x3, los tres grupos están formados por
4 equipos (poco a poco, pero va subiendo el número de equipos que se animan).
Podría contaros también algunas
cosillas más de los equipos, de los clubes que tienen equipo de madres (algunos
incluso más de uno, o en las dos competiciones) o de algunos que no lo tienen, de
algunos que se lo están planteando y de algunos que ni siquiera lo tienen en
mente. Pero creo que me lo voy a guardar para otra entrada, que esta ya va a
quedar algo larga. Además, así le doy un poco de emoción e intriga.
A vosotros os digo que, igual que
os recomendaba ir a ver a las chicas del Universidad,
si tenéis un poco de mono de baloncesto, ¿por qué no ir a ver alguno de los
partidos de esta liga? Cada 15 días, en Oviedo, Gijón o Mieres, tenéis posibilidades
de ir a verlas, animarlas y aplaudirlas como las jugonas que son. Y esto se lo digo a los hijos: igual que estoy
segura de que ellas fueron a más de un partido vuestro, id a animar a vuestras
madres y colegas, a motivarlas un poco y, ¿por qué no decirlo? a “provocarlas” un poco, a
pedirles que os dediquen un triple… ¡Venga! ¿A qué esperáis?
Ojalá esta idea dure unos cuantos
años (entre que me decido o no me decido…), se vayan animando más equipos y
haya más madres jugadoras.
¡Bravo chicas! ¡Por las madres!
Porque ¡¡¡Ellas también juegan!!!
Porque ¡¡¡Ellas también juegan!!!
#ellastbjuegan
#seccionbasket
#delyadela
#blogperez
#ILoveThisGame
Hola! Soy de Murcia y tenemos un equipazo de madres en el que jugamos a algo parecido al baloncesto jajajaja... nos encanta y lo pasamos en grande, lástima que a la mayoria de madres nos asuste esta idea de jugar y no tengamos equipos para competir de vez en cuando, 3x3 / 5x5. Chicas os animo, no lo penseis más!!
ResponderEliminarVirtu, Murcia.
Muchas gracias por contarnos tu experiencia, te importaría si te mandamos un mail y nos cuentas cómo os organizáis?? Estamos con la segunda parte del artículo!! VIVA EL BASKET!!
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