domingo, 9 de septiembre de 2018

¿Qué pasa con las chicas?, por DelyAdela.




Hoy me recordaron que el tiempo, sobre todo en vacaciones, pasa volando, y que la pretemporada ya está ahí y que dentro de nada ya tenemos el stage (la reunión inicial de árbitros y oficiales, que no sé muy bien por qué, pero se llama así).

Como supondréis, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, tengo ganas, digamos que me “aburro” un poco sin baloncesto (los torneos y campeonatos de selecciones no seniors no consigo verlos, yo necesito que me los echen por la televisión de toda la vida, no por el ordenador). Aunque también tengo que reconocer que empezar la pretemporada también significa volver al trabajo, exámenes… y, ya sabéis, los profes tenemos muchas vacaciones, pero a mí cada año me abultan menos, no sé lo que hago.

El caso es que me puse a mirar cosas, repasar un poco algunos conceptos y a cotillear un poco los equipos a los que puede que les haga mesa esta temporada. En ese momento, al ver los equipos inscritos, me “enfadé” un poco con el baloncesto asturiano. Antes de que se me ofenda alguien, quiero dejar claro que cuando digo el baloncesto asturiano me refiero un poco a todos, a equipos, clubs, la federación por supuesto, pero también a árbitros, mesas, jugadores, familias y simples aficionados. Vamos, que me enfado hasta conmigo misma. No tengo claro quién tiene la culpa, si es que hay alguna culpa, pero sí creo que algo pasa y que, de alguna manera, todos colaboramos o al menos no tratamos de evitarlo.

¿Ya conseguí intrigaros un poco? Aunque el título ya os dará una buena pista…

Sí, eso es. Tiene que ver con el baloncesto femenino. Algo estamos haciendo mal porque las chicas “se nos van”.

Hace unos días leí la entrevista que Asturbasket le hizo a Hector Galán y, como seguidora del CAU, me fijé sobre todo en lo relativo al descenso del equipo. No recuerdo las palabras exactas, pero venía a decir que habían tomado la decisión de descender dos categorías para intentar formar un equipo con gente de aquí, tirando de la cantera, y que esto resultaba relativamente complicado, entre otras cosas porque las chicas se iban, que si a estudiar fuera, que si no querían comprometerse a un equipo en categoría nacional… También decía que había sido una decisión dura que, seguramente, no se entendería desde fuera y en eso tengo que darle la razón; desde fuera y visto sólo por el lado que lo veo yo como simple aficionada (para que conste, soy ocb desde hace años) cuesta entenderlo. Entiendo que, tras tres años descendiendo en las pistas, era conveniente bajar de categoría; entiendo que sea complicado sacar un equipo competitivo, pero, y repito que, desde fuera, lo que más “llama” la atención es que esta próxima temporada el club va a contar con tres equipos senior masculino y uno femenino…

Y eso nos lleva nuevamente a la pregunta de ¿qué pasa con las chicas?

Creo que ya comenté alguna vez que era profesora de matemáticas y de vez en cuando me sale esa vena, la vena matemática (que aún la tengo, aunque cada vez la veo salir menos…). El caso es que me puse e hice un pequeño gráfico de los equipos de la temporada 18/ 19, al menos de los equipos inscritos en algunas categorías. Tengo que reconocer que, de paso, probaba una nueva aplicación que tengo como hoja de cálculo y averiguaba cómo hacer diagramas de barras (básicamente aprovechando para hacer dos cosas a la vez, a ver si aprendo, jajaja). Conclusión: el número de equipos femeninos en competición decrece, es decir, se pierden jugadoras.


Lo que se puede sacar del gráfico, o del listado disponible en la web de la federación, es que parece que el número de niñas que se apuntan a esto del baloncesto es, incluso, ligeramente mayor que el de niños, por eso en Benjamín y Alevín ganan los equipos femeninos; aunque hay que reconocer que en estas categorías los equipos pueden ser mixtos, pero, digo yo, si un equipo se inscribe en femenino es porque habrá mayoría de niñas, ¿no? En infantil y cadete hay “casi empate”; en junior empieza a notarse diferencia, aunque aún pequeña. Entonces llegamos a autonómica y ya está el lio montado. Por ejemplo, aunque en el gráfico no se distingue, resulta que en autonómica femenina sólo hay una categoría y en ella hay tantos equipos como en 2ª autonómica masculina…

Y luego llegan las competiciones nacionales. Allí sí que se nota diferencia, tanto en el concepto (la versión masculina la forman solo equipos asturianos, mientras que en femenino se juntan equipos de Asturias, Cantabria y Galicia si no me equivoco) como en cantidad: sólo tres equipos asturianos en primera nacional femenina. Y “más arriba” sólo significa menos equipos femeninos. Es una pena, pero pasamos de tres equipos en la segunda categoría a uno.

Como veis, me estoy basando en la federación asturiana, no sé lo que ocurre en otras comunidades, aunque hay detalles tales como que en masculino hay varias ligas ACB, Oro, Plata, EBA mientras que en femenino es más fáci: Liga 1 (bueno, ahora Liga Día, al menos tenemos patrocinador) y Liga 2. Punto.

Estos son los datos que me llevan a preguntarme porqué hay menos baloncesto femenino. Bueno, realmente hay menos deporte femenino en general y no quiero ser feminista ni “barrer” para casa por ser mujer, pero es cierto, nos guste o no nos guste, que el deporte femenino vende menos. Basta ir a un partido de lo que sea, hay más gente en las gradas cuando son hombres que cuando son mujeres…
Pero no quiero desviarme del baloncesto que, aunque poco, es lo que “entiendo”. Está claro que, por algún motivo, llegan menos jugadoras a senior que jugadores. Y no creo que sea falta de calidad, de hecho, hay varias jugadoras que son convocadas por las selecciones de formación, así que no es que las chicas sean “malas” en esto del baloncesto. Entonces, ¿por qué lo dejan más chicas?

Sólo tengo un montón de preguntas, pero no tengo respuestas. No creo tampoco que haya un único culpable ni quiero encontrar al “asesino”, sólo me hago estas preguntas y os las transmito:  ¿las chicas prefieren dedicarse más a los estudios que al deporte? ¿Se ven más incapaces de compaginarlos? Quizás sea que somos más indecisas, o que tengamos cierto compromiso que haga que no lo dejemos a mitad de temporada y por eso lo dejamos desde el principio. Puede ser que tengamos menos afán competitivo o que soportemos menos la “presión” de jugar en un equipo más profesional. Puede que las jugadoras se vean menos apoyadas, animadas a continuar… Puede que…, puede que… Eso es lo único que se me ocurre, muchos puede …

Pero lo cierto es que, y lo siento chicas, pero lo tenéis más difícil para llegar a profesional, para encontrar un equipo con el que jugar simplemente o para llegar a vivir de lo que os gusta, deportivamente hablando… Eso sí, mientras os dedicáis a ello espero que disfrutéis a tope sin pensar en el futuro y, como suele decirse, ¡VIVID EL MOMENTO!

Porque, ¡Ellas también juegan!




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